domingo, 4 de noviembre de 2012

POBRE DEL CANTOR






Un amigo me escribía hace no mucho si no era irónico y sarcástico utilizar ritmos sudamericanos, de pueblos que fueron diezmados y masacrados en la Historia de Latino américa por "los españoles" para contra ponerme al nacionalismo catalán que al fin y al cabo también busca su independencia y su libertad.

 Pero es que usar el estilo de folclore sudamericano para denunciar al nacionalismo catalán es algo que hago a propósito. Y no evoco la época de la conquista, de la cual precisamente España acaso sea el país que mejor parado queda de la Historia de cada nación que ha sufrido o ha sido protagonista de un proceso de   colonización y posterior demembramiento de las antiguas colonias.  De hecho las grandes masacres de indios las hicieron los colonos que se quedaron tras sus respectivos procesos de Independencia, mucho que ver en el proceso de la Constitución de Cádiz de 1812, años previos y posteriores.

Precisamente mi interés no es esa época en que las grandes potencias exprimieron el Nuevo Mundo por América, África y Asia. Es el movimiento revolucionario de los años 70 antes y después de Sudamérica, que utilizó el folclore magistralmente para denunciar los crímenes  y abusos de las dictaduras que implantó EEUU para defenderse de la expansión soviética por esos países.

 Cuando uso una Habanera para hablar de la violencia de Los Segadores y el sangriento himno, mi intención es  llamar la atención sobre los dogmas, piedras angulares  y símbolos "sagrados" e intocables  en nombre de los cuales los nacionalistas están cometiendo en Cataluña contra los derechos civiles de muchísimas personas las tropelías que quien quiere puede conocer, y seguir a diario.

 Cuando uso una milonga sobre un discurso de Artur Mas en el que proclama al pueblo catalán como "soldados derrotados de una causa inmortal" no hago mas que expresar eso: enseñar lo que son "milongas" y denunciar "la catalanización" forzosa a golpe de cayado ideológico que sufre el pueblo catalán, en el que puedo incluirme.

 Y cuando uso un ritmo de chacarera para denunciar las persecuciones encubiertas que se efectúan entre la gente de la sociedad civil para imponer el modelo de sociedad uniforme, uso un ritmo también de llamada a tropa, de atención y a la unidad para combatir las injusticias por quienes hasta ahora han sido sujetos pasivos de ellas, enfrascados en la simple y ardua tarea de vivir y dejar vivir en paz.

 Es una gota en el océano, que puede que no tenga repercusión, pero es mi sentir y el de mucha gente. Y todo tiene su razón de ser. Puede que obvie cosas que desconozco o puntos de vistas distintos, no digo que no, pero desde el sentido democrático, de nación, de tolerancia y de libertad que se nos inculcó desde que la democracia llegó a España, mis criticas van encaminadas hacia ese campo de denuncia.

No puedo evitar evocar a los cubanos eternos Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, la argentina Mercedes Sosa, la chilena Violeta Parra, el mártir también chileno Víctor Jara, los Inti Illimani, los Quilapayún, los Calchaquis...gente de su tiempo que se levantó con su música y se puso de frente a la barbarie. Aunque no comparta muchas, o algunas de sus ideas, fueron personas valientes, que buscaban la justicia y admirables por su coraje.

 Antonio Juliá




Me Gustan Los Estudiantes
de Violeta Para
Canta Mercedes Sosa

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